Su actuar fue guiado por sus valores y el ejemplo familiar, manifestando que “el dinero no era mío, lo correcto era entregarlo”.

La noticia llegó a oídos del alcalde de Montería, Hugo Kerguelén García, quien no solo exaltó públicamente el gesto, sino que decidió vincularlo laboralmente. En un acto de reconocimiento, el mandatario le ofreció un puesto en la Secretaría de Hacienda del municipio, afirmando: “Ahora vas a trabajar en la Secretaría de Hacienda, porque personas honestas como tú son las que necesitamos en nuestra ciudad y en el país. Bienvenido a la administración: ahora vas a cuidar la plática de los monterianos”. La comunidad celebró la respuesta del gobierno local al premiar la rectitud con una oportunidad de empleo estable para un ciudadano que, a pesar de sus propias necesidades, actuó con principios.