“Estamos defendiendo no solo nuestros contratos, sino la salud pública y el derecho a un empleo justo”, señalaron los manifestantes.
La situación pone en una encrucijada al hospital de tercer nivel, que ahora enfrenta una de sus coyunturas más complejas en medio de la incertidumbre sobre su modelo de contratación y el futuro de su personal.