Esta cifra representa un crecimiento interanual del 62 % y un aumento del 22 % respecto al trimestre anterior, superando ampliamente las expectativas del mercado. El principal motor de este crecimiento fue su negocio de centros de datos, que aportó US$51.200 millones en ingresos, un 66 % más que en el mismo periodo del año anterior. Este desempeño subraya la creciente demanda de sus unidades de procesamiento gráfico (GPU) para aplicaciones de inteligencia artificial (IA). La compañía también reportó una utilidad neta GAAP de US$31.910 millones, lo que significa un avance del 65 % interanual.
Estos resultados excepcionales calmaron temporalmente los temores de los inversores sobre una posible burbuja en el sector de la IA, impulsando al alza las bolsas en Asia y Europa. El director ejecutivo de la empresa, Jensen Huang, descartó las preocupaciones sobre una burbuja, lo que generó un repunte en los futuros de Wall Street. En el ámbito de las criptomonedas, la solidez de Nvidia también tuvo un efecto, ya que la caída de los mercados de activos digitales había sido parcialmente atribuida al nerviosismo en el sector tecnológico. La compañía anunció además que destinó US$37.000 millones a recompras de acciones y dividendos en los primeros nueve meses del año fiscal, manteniendo una autorización para recomprar US$62.200 millones adicionales.













