Los analistas atribuyen esta venta masiva a una confluencia de factores macroeconómicos y sectoriales. Entre las causas externas, se citan los temores sobre una posible burbuja en el sector de la inteligencia artificial (IA), la incertidumbre sobre la política de tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos y el impacto de un masivo paquete de estímulo económico en Japón. A nivel interno del mercado cripto, se señala una crisis de liquidez exacerbada por la liquidación automática de posiciones apalancadas, lo que generó un “efecto dominó” que aceleró la caída. A pesar del pánico entre los inversores minoristas, algunos datos on-chain sugieren que las “ballenas” (grandes tenedores) han aprovechado los precios bajos para acumular, lo que podría ser una señal de un eventual rebote.

No obstante, el sentimiento general del mercado, medido por el índice de Miedo y Avaricia, ha caído a niveles de “miedo extremo”, indicando que la cautela predomina en el corto plazo.