Esta tendencia negativa provocó una caída del 27 % en los activos bajo gestión (AUM) desde el máximo alcanzado en octubre.

Mientras los ETFs de los dos principales criptoactivos sufrían, los de Solana mostraron una notable resiliencia, manteniendo una racha de entradas de capital durante 13 días consecutivos. Este contraste sugiere una rotación de capital dentro del ecosistema cripto, donde algunos inversores podrían estar buscando alternativas a Bitcoin y Ether en medio de la incertidumbre. La masiva salida de capital de los ETFs es un indicador clave del sentimiento institucional y contribuyó a la presión bajista sobre los precios de BTC y ETH, con analistas advirtiendo sobre un posible “mini mercado bajista” en un momento crucial para el sector.