Esta contracción drástica subraya la intensa volatilidad del sector y el cambio negativo en el sentimiento de los inversores a nivel global. La salida neta de capital del mercado superó los USD 200.000 millones, llevando la capitalización total a USD 3,3 billones en la segunda semana de noviembre. Un artículo cifra la pérdida semanal en alrededor de USD 450.000 millones, mientras que otro menciona una caída de USD 1 billón desde el pico de septiembre, destacando la magnitud de la corrección. Esta fuga de capital fue impulsada por una creciente aversión al riesgo, exacerbada por preocupaciones sobre una posible burbuja en el sector de la inteligencia artificial y la persistente incertidumbre sobre la política de tasas de interés en Estados Unidos. La liquidación masiva de posiciones en el mercado de criptomonedas superó los USD 1.000 millones, lo que agravó la caída de precios de los principales activos digitales como Bitcoin y Ethereum. A pesar de la fuerte contracción, algunos ejecutivos de la industria, como uno de Coinbase, argumentan que la caída es de naturaleza estructural y no necesariamente bajista, ya que “pocos fundamentos han cambiado desde su pico de precio en septiembre”. Esta perspectiva sugiere que, si bien el sentimiento a corto plazo es de “miedo extremo”, los fundamentos a largo plazo del ecosistema cripto podrían permanecer sólidos para algunos observadores del sector.