Varios artículos señalan que el precio cayó por debajo de los USD 96.000, USD 94.000 y hasta USD 90.000, marcando un cambio significativo en el sentimiento del mercado, que pasó a un estado de “miedo extremo”. Esta tendencia a la baja se atribuye a una combinación de factores, incluyendo la incertidumbre sobre las próximas decisiones de tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos, una venta masiva en acciones tecnológicas, especialmente las relacionadas con la inteligencia artificial, y la liquidación de posiciones largas en los mercados de futuros, que superaron los USD 1.000 millones. Analistas como Matt Hougan de Bitwise, sin embargo, ven esta caída como una “oportunidad generacional” y un “regalo para los inversores a largo plazo”, sugiriendo que el precio podría tocar fondo pronto. La corrección también se alinea con patrones históricos como el de Wyckoff, que sugiere una posible caída hacia los USD 86.000 si no se logra mantener el soporte de los USD 94.000. La venta por parte de tenedores a corto plazo, que se deshicieron de más de 148.000 bitcoins con pérdidas, intensificó la presión bajista. A pesar del pesimismo, algunas entidades como El Salvador aprovecharon la caída para aumentar sus reservas, añadiendo cerca de 1.100 BTC.