Por su parte, las centrales obreras como la CUT han adelantado que su propuesta será de dos dígitos para compensar las decisiones de las últimas décadas. En contraste, los empresarios han expresado su pesimismo sobre la posibilidad de un acuerdo.

Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, calificó las propuestas del Gobierno como un “verdadero sinsentido” y “puro populismo barato”, advirtiendo que un reajuste del 26,44 % (para llegar a $1.800.000) llevaría al país a una hiperinflación.

Los gremios proponen un ajuste que no supere el 7 % para no afectar la generación de empleo formal ni presionar la inflación. El escenario de un ajuste mínimo, basado en la fórmula de inflación proyectada (5,5 %) más productividad, rondaría el 6,5 %, lo que dejaría el salario en $1.516.027. El Banco de la República ha sido enfático en que un incremento “desproporcionado” es uno de los principales riesgos al alza para la inflación de 2026.