Esta persistencia ha llevado al gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, a reconocer que la convergencia a la meta del 3 % podría no lograrse en 2026, sino que "habría que esperar a 2027". La decisión de mantener las tasas se tomó con una votación dividida, similar a la de septiembre, lo que evidencia un debate interno sobre el rumbo de la política monetaria. Entre los riesgos que monitorea la Junta se encuentra el potencial impacto de un aumento significativo del salario mínimo para 2026, que según análisis del Banco de Bogotá podría superar el 12 % y mantener la inflación por encima del 4,5 % el próximo año.