El presidente Gustavo Petro ha solicitado al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo eliminar todos los aranceles aplicados a la importación de telas, hilos y cueros. La medida busca reducir los costos de producción para el sector de confecciones y marroquinería, con el objetivo de fortalecer la producción nacional y potenciar su capacidad exportadora. El anuncio responde a un llamado de empresarios del sector textil, quienes argumentan que la industria colombiana enfrenta una competencia desleal frente a las importaciones asiáticas y plataformas internacionales como Temu y Shein, que ingresan productos con menores costos. Según el empresario Guillermo Elías Criado, el sector de la moda en Colombia está conformado por más de 142.000 empresas que generan 2,5 millones de empleos, con un 70% de participación femenina. En respuesta, la ministra de Comercio, Diana Morales, confirmó que su cartera ya trabaja en tres decretos estratégicos.
Estos contemplan la eliminación de aranceles para 37 subpartidas de hilados y otras de telas y cueros sin producción nacional, así como un esquema de cupos o aranceles inteligentes para diez subpartidas con producción nacional insuficiente.
Sin embargo, la propuesta ha generado preocupación en el sector algodonero. La Confederación Colombiana del Algodón (Conalgodón) advirtió que reducir el arancel a 0% para hilados pondría en riesgo la supervivencia del cultivo en el país, afectando a miles de agricultores y amenazando un mercado de 20.000 toneladas de fibra nacional. El Ministerio de Agricultura también presentó objeciones técnicas, proponiendo en su lugar fortalecer los controles a la subvaloración de importaciones.
En resumenLa propuesta del presidente Petro de eliminar aranceles a insumos textiles y de cuero busca fortalecer la competitividad de la industria de confecciones colombiana, que genera 2,5 millones de empleos. Aunque el Ministerio de Comercio ya prepara tres decretos para implementar la medida, gremios como Conalgodón y el Ministerio de Agricultura han expresado preocupación por el impacto negativo que podría tener sobre la producción nacional de algodón.