Esta cifra representa un crecimiento del 17 % frente al ciclo anterior y es la más alta registrada en los últimos 33 años, consolidando la recuperación del sector y su importancia para la economía nacional.
Este notable desempeño, que equivale a más de dos millones de sacos adicionales, generó un valor de cosecha de $24,5 billones, el más alto desde que se tienen registros. El gerente de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), Germán Bahamón, atribuyó el éxito a una combinación de factores, incluyendo “los esfuerzos en la renovación de cafetales, mejores prácticas de fertilización y condiciones climáticas favorables”. La asistencia técnica de la Federación también fue un pilar fundamental.
El buen momento se reflejó en las exportaciones, que aumentaron un 12 % con 1,4 millones de sacos adicionales, y en el consumo interno, que creció un 3 %. A nivel macroeconómico, el PIB real del café creció un 6,4 % en el primer semestre de 2025. A pesar de las cifras positivas, la FNC emitió una advertencia sobre el próximo ciclo 2025-2026, para el cual se prevé una posible disminución en la producción. Esta proyección se basa en la “respuesta fisiológica natural del cafeto” tras un año de alta productividad y en el impacto de las lluvias intensas esperadas, que podrían afectar la floración. Adicionalmente, existen riesgos en el mercado internacional, como la posible triangulación de café brasileño a través de otros países para evadir aranceles en Estados Unidos.













