Para Colombia, cuarto productor de oro en América Latina con cerca de 60 toneladas en 2024, esta bonanza representa una oportunidad estratégica. Las exportaciones de oro ya alcanzaron US$3.907 millones en 2024, y el alza de precios podría incrementar significativamente este valor. Sin embargo, el país enfrenta un desafío estructural: según la Contraloría General, el 74 % del oro extraído en Colombia proviene de actividades ilegales, una problemática que no solo representa un crimen ambiental por el uso de mercurio, sino que también alimenta las finanzas de grupos armados. El presidente Gustavo Petro reconoció esta situación, afirmando que para aprovechar el auge se requiere que “las compras de oro sean a buen precio y estatales, como lo era antes”.