El programa, que ya inició en Cundinamarca y Boyacá, se extenderá a Antioquia, Cauca, Nariño, Santander y Norte de Santander.

Esta iniciativa responde a los compromisos adquiridos en la Mesa Nacional Papera para proteger los ingresos de las familias campesinas y evitar la pérdida masiva de cosechas. La papa adquirida será distribuida gratuitamente a través de una articulación interinstitucional con entidades como la UNGRD, el Ministerio de la Igualdad y el ICBF. El objetivo es beneficiar a más de 600.000 familias en situación de vulnerabilidad socioeconómica, entregando una arroba del tubérculo a cada una. La primera entrega se realizó en Arauca, beneficiando a unas 8.000 familias.

Sin embargo, la implementación de estas ayudas contrasta con situaciones locales, como en Bucaramanga, donde campesinos del Páramo de Berlín fueron desalojados por vender su producción en el espacio público, lo que ha generado críticas sobre la coherencia de las políticas de apoyo al agro a nivel nacional y municipal.