El ministro de Hacienda, Germán Ávila, expresó su desacuerdo, afirmando que es una posición que “no acompaña un propósito de estimular el crecimiento económico”. El presidente Gustavo Petro también ha insistido en que la tasa debe bajar más rápido. Analistas del mercado, como los del Banco de Bogotá, proyectan que la tasa se mantendrá en 9,25% hasta mediados de 2026, debido a los riesgos fiscales y la presión que podría generar el ajuste del salario mínimo. La postura del banco central sugiere que los próximos movimientos dependerán de la evolución de la inflación y el entorno económico, priorizando la estabilidad de precios sobre una flexibilización monetaria acelerada.