Colombia se prepara para una transformación en su sistema de pagos con la entrada en operación masiva de Bre-B el 6 de octubre, un ecosistema de transferencias inmediatas impulsado por el Banco de la República que ya cuenta con 35 millones de llaves activas registradas por 14,5 millones de usuarios. Este nuevo sistema, inspirado en el exitoso modelo Pix de Brasil, promete reconfigurar el uso de medios de pago tradicionales, especialmente las tarjetas débito. Bre-B permitirá a los usuarios realizar transferencias y pagos entre 227 entidades financieras de forma continua, 24 horas al día, los 7 días de la semana, utilizando identificadores únicos o "llaves" como el número de celular, cédula o correo electrónico.
La promesa es que las operaciones se completen en segundos y sin costo para el usuario final.
La experiencia de Brasil con Pix sirve como un claro precedente del potencial disruptivo de esta tecnología. Camilo Zea, CEO de Pronus, señaló que cinco años después de su lanzamiento, las transacciones con tarjeta débito en Brasil representan "menos del 5% de lo que eran antes de su implementación". Zea atribuye este cambio a que "los rieles de procesamiento de estas tarjetas son más costosos". Se espera una dinámica similar en Colombia, donde los altos costos de adquirencia han sido una fuente de tensión entre comercios y franquicias.
Plataformas como Transfiya, pionera en transferencias inmediatas, no desaparecerán, sino que se integrarán al ecosistema Bre-B.
La nueva infraestructura no solo impactará los pagos entre personas; empresas como Movistar ya anunciaron alianzas para habilitar el pago de servicios a través de Bre-B, demostrando su potencial para transformar también las transacciones comerciales.
En resumenLa implementación de Bre-B representa el avance más significativo en la digitalización de los pagos en Colombia en años. Con millones de usuarios ya registrados, el sistema está preparado para desafiar el modelo tradicional de tarjetas, ofreciendo una alternativa más económica y eficiente que podría acelerar la inclusión financiera y reducir la dependencia del efectivo en el país.