El sobreendeudamiento, el desempleo, la informalidad laboral y los emprendimientos fallidos son las principales causas detrás de esta creciente ola de quiebras. El estudio destaca que los hombres entre 38 y 50 años son el grupo más afectado, representando el 58,14% de los casos.

Esta población, en plena etapa productiva y con altas responsabilidades familiares, se ha visto particularmente vulnerable.

El promedio de la deuda por persona insolvente alcanza los 120 millones de pesos. Geográficamente, aunque Bogotá concentra el mayor número de casos, el departamento del Atlántico muestra el crecimiento más preocupante, con un aumento del 170% en los procesos de insolvencia respecto al año anterior. Un dato revelador es el incremento de quiebras entre trabajadores informales, quienes constituyen el 47,8% de la fuerza laboral del país, según el DANE. Además, el informe señala que cada vez menos deudores logran acuerdos de pago con sus acreedores, ya que en el 63% de los casos las negociaciones no prosperan, llevando a la liquidación patrimonial. La situación evidencia una fragilidad económica en los hogares colombianos y un endurecimiento en las políticas de apoyo financiero, lo que anticipa un cierre de año récord en materia de insolvencias personales y de pequeños comerciantes.