La Nueva EPS, la entidad promotora de salud más grande de Colombia con más de 11,5 millones de afiliados, enfrenta una crisis financiera que se ha agravado tras la intervención del Gobierno. Un informe de la Contraloría General de la República revela que la deuda de la entidad se disparó un 198 % entre diciembre de 2022 y marzo de 2025, pasando de $5,42 billones a $21,37 billones, y podría alcanzar los $26 billones a finales de año. El presidente Gustavo Petro denunció que exdirectivos de la entidad “escondieron 5 billones de pesos” en cerca de 12 millones de facturas sin procesar para maquillar los estados contables de 2023 y solicitar un aumento en la Unidad de Pago por Capitación (UPC). Según el mandatario, esta situación se descubrió tras la intervención del Gobierno en abril de 2024. El informe de la Contraloría también señala graves falencias administrativas, como un aumento del 155 % en anticipos pendientes por legalizar, que pasaron de $3,4 billones en 2023 a $8,6 billones en 2024. Además, se encontraron 22,7 millones de facturas represadas por un valor de $22,1 billones.
El superintendente de Salud, Giovanny Rubiano, aclaró que los hallazgos ya habían sido identificados y que lo que la Contraloría denomina “anticipos” son en realidad “pagos sin imputar de servicios ya prestados”, ordenando a la EPS legalizar estas cifras con los prestadores. A pesar de la crisis, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, descartó una liquidación inmediata, afirmando que “si tuviéramos que liquidar, entonces nos tocaría liquidar todas las EPS”, reconociendo que la situación es sistémica.
En resumenLa Nueva EPS enfrenta una crisis financiera crítica, con deudas que superan los $21 billones y que, según la Contraloría, podrían llevarla a la inviabilidad a finales de 2025. El presidente Petro denunció un presunto ocultamiento de $5 billones en deudas por parte de exdirectivos, mientras el Gobierno descarta una liquidación inminente y trabaja en regularizar los pagos con los prestadores de servicios.