La descertificación implica consecuencias económicas y diplomáticas severas. Según la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), la medida podría implicar la suspensión de hasta el 50% de la ayuda exterior de EE.

UU., que promedia US$450 millones anuales. Específicamente, estarían en riesgo US$40,4 millones en ayuda militar, US$241,7 millones en cooperación económica y social, y otros US$171 millones para seguridad civil. Adicionalmente, Washington podría oponerse a que Colombia acceda a préstamos de organismos multilaterales como el FMI y el Banco Mundial, limitando el acceso a entre US$430 y US$500 millones. El sector turístico también se vería afectado, con pérdidas estimadas en mil millones de dólares por la reducción de visitantes estadounidenses. Líderes gremiales como Bruce Mac Master de la Andi y Jaime Alberto Cabal de Fenalco calificaron la decisión como un “muy fuerte llamado de atención”. Mac Master reconoció como una “buena noticia” la inclusión de un ‘waiver’ que mantiene la ayuda a las Fuerzas Armadas por razones de seguridad nacional estadounidense, evitando un impacto directo sobre el aparato productivo. Por su parte, el exembajador Juan Carlos Pinzón aclaró que la medida “no es contra Colombia, es contra el gobierno del presidente Petro por su gestión”.