El proyecto contempla una serie de incrementos impositivos que afectarían directamente el bolsillo de los colombianos. Uno de los puntos más controvertidos es el aumento del IVA para los combustibles, que pasaría del 5 % actual al 19 % de manera gradual entre 2026 y 2028, lo que según el Ministerio de Hacienda añadiría aproximadamente $466 por galón a la gasolina y $256 al ACPM. Asimismo, se propone elevar el IVA de los vehículos híbridos del 5 % al 19 %, una medida criticada por desincentivar la transición energética. El sector de licores también enfrentaría una mayor carga fiscal, con un IVA del 19 % y ajustes al impuesto al consumo que, según la Fábrica de Licores de Antioquia, podrían encarecer el aguardiente en más de un 48 % y el ron en un 45 %. Además, se gravarían con un 19 % de IVA las boletas para espectáculos cuyo valor supere los $500.000.
El Gobierno defiende la reforma como una medida progresiva, argumentando que se enfoca en las rentas más altas, pero gremios y analistas advierten que los impuestos indirectos terminarán afectando a toda la población y podrían generar un efecto inflacionario adicional.