En el acumulado del primer semestre del año, el déficit corriente ascendió a US$4.686 millones (2,2% del PIB), cifra superior en US$1.407 millones a la registrada en el mismo periodo de 2024. Paralelamente, la cuenta financiera registró entradas netas de capital por US$1.924 millones (1,8% del PIB trimestral), impulsadas por un incremento en las inversiones extranjeras de cartera, lo que sugiere mayores necesidades de financiamiento por parte del Gobierno. Este panorama de mayores desequilibrios externos ocurre en un contexto de recuperación de la demanda interna, pero también de mayor incertidumbre y presiones fiscales.