La iniciativa ha generado un intenso debate. El ministro de Hacienda, Germán Ávila, justificó la necesidad de la reforma para cumplir con la senda de la regla fiscal, tras la activación de la cláusula de escape. La propuesta tributaria se centraría en ajustar el IVA a productos consumidos por personas de mayores ingresos sin tocar la canasta familiar, gravar más el consumo de licores y tabaco, y aumentar la progresividad en renta y patrimonio. Sin embargo, la propuesta enfrenta críticas.
El director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, advirtió que el presupuesto equivale al 28,8 % del PIB y crece más del doble de la inflación esperada, por lo que pidió discutir un plan “más austero” para evitar problemas de recaudo y liquidez. Congresistas como la senadora Karina Espinoza (Partido Liberal) expresaron su preocupación por un presupuesto “desfinanciado” y el impacto de una nueva reforma sobre el ciudadano común. En contraste, la senadora Aida Avella (UP) defendió la necesidad de la ley de financiamiento para asegurar recursos para sectores como la seguridad.
El PGN 2026 prioriza la inversión en Educación ($88,2 billones), Salud ($78,1 billones), Defensa ($68,9 billones) y Trabajo ($59,4 billones).