El saldo de $1,9 billones, reportado al 8 de agosto, se aleja drásticamente del promedio histórico de $12 billones y de los picos que suelen oscilar entre $20 y $25 billones. Expertos como los del equipo de Investigaciones del Banco de Bogotá aseguran que “los recursos disponibles escasamente cubren dos días de operación”, calculando que el gasto diario del Gobierno ronda el billón de pesos. El exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, advirtió que “tener apenas $1,9 billones en caja enfrenta el riesgo real de incumplir compromisos financieros cotidianos”. La causa principal de esta caída, según analistas como José Ignacio López de Anif y Camilo Pérez del Banco de Bogotá, obedece a que el Gobierno ha optado por invertir en sus propios títulos de deuda como estrategia de financiamiento, lo que consume recursos de caja.
Aunque se espera una recomposición en los próximos días, la situación genera incertidumbre. César Pabón, de Corficolombiana, explicó las consecuencias directas para la economía: “Esto se traduce en tasas de interés más altas en créditos de largo plazo y en un bajo nivel de inversión, lo que frena el crecimiento, afecta el empleo y limita la superación de la pobreza”.