El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, informó que los 252 venezolanos liberados estaban acusados de pertenecer a la organización criminal Tren de Aragua y enfrentaban cargos por delitos graves como asesinato y robo. Sin embargo, el gobierno venezolano denunció que varios de estos migrantes llegaron heridos y que solo siete de ellos enfrentan cargos judiciales en Venezuela. La negociación también incluyó la repatriación de siete menores venezolanos que habían sido separados de sus padres durante procesos de deportación en Estados Unidos. El acuerdo fue confirmado por el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, y el presidente venezolano, Nicolás Maduro, agradeció a su homólogo Donald Trump por la repatriación. La liberación de los 80 ciudadanos venezolanos, considerados presos políticos por organizaciones de derechos humanos, fue presentada por el gobierno de Maduro como resultado de una mediación liderada por el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, aunque se enmarca dentro del acuerdo general. Este canje multilateral evidencia un canal de negociación activo entre Caracas y Washington, a pesar de las tensiones políticas existentes.
