El índice DXY, que mide el valor del dólar frente a una canasta de monedas principales, ha acumulado una caída cercana al 10 % este año, registrando su peor primer semestre desde 1973. Esta tendencia se explica por las tensiones comerciales, la política arancelaria de Estados Unidos y las preocupaciones sobre su panorama fiscal, lo que ha reducido el apetito por activos estadounidenses. En este contexto, una encuesta de Davivienda Corredores a inversionistas institucionales reveló que el 75 % considera que el dólar en Colombia está “barato” y la mediana de sus expectativas sitúa la tasa de cambio en $4.170 en los próximos seis meses. A nivel local, el Banco Itaú advirtió que la estrategia de endeudamiento del Ministerio de Hacienda, que contempla operaciones repo por $20 billones, podría generar una monetización de flujos que ejercería una presión bajista adicional sobre el dólar, pudiendo llevarlo a niveles entre $3.780 y $3.880. Pese a la incertidumbre fiscal interna, el mercado parece haber descontado ya gran parte de estos riesgos, permitiendo que la tendencia global domine el comportamiento de la divisa.
