El convenio establece que la Imprenta Nacional será la entidad ejecutora, responsable del “suministro y personalización de libretas de pasaporte y etiquetas de visa colombiana”, así como de la custodia y entrega del documento final. Para ello, el documento contempla que la Imprenta podrá seleccionar “aliados para la producción, personalización y distribución”, aunque no se menciona explícitamente a Portugal, país que el Gobierno había señalado como socio estratégico en la transición. Este nuevo modelo busca, según el presidente Gustavo Petro, fortalecer la soberanía estatal, anunciando además que la Imprenta asumirá la producción de útiles escolares gratuitos. La transición presenta desafíos significativos, ya que la Imprenta Nacional deberá definir un cronograma para garantizar el suministro de libretas a partir del 1 de abril de 2026, lo que deja un vacío operativo tras la finalización del contrato con Thomas Greg el 31 de agosto de 2025. Esto sugiere la posible necesidad de una nueva urgencia manifiesta con el actual contratista para evitar un desabastecimiento. La decisión ha estado rodeada de controversia y es objeto de seguimiento por parte de los entes de control, que previamente habían advertido sobre la falta de capacidad técnica y operativa de la Imprenta para asumir esta responsabilidad de manera inmediata.
