Sin embargo, el panorama no es uniformemente positivo, ya que los sectores productivos primarios y secundarios continúan mostrando signos de debilidad. Las actividades primarias, que incluyen agricultura y minería, experimentaron una contracción del 0,78 %, mientras que las actividades secundarias, como la industria manufacturera y la construcción, decrecieron un 0,86 %. Esta disparidad sectorial ha generado preocupación entre los gremios. María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, advirtió que el crecimiento sostenido por los servicios mientras el agro y la industria se rezagan confirma una “realidad preocupante”, ya que “el país no puede sostenerse sin su base productiva”. El resultado del ISE de mayo superó las expectativas de algunos analistas, como los de Corficolombiana que proyectaban un 2,6 %, pero se ubicó ligeramente por debajo de las previsiones de Bancolombia (3,0 %). Por su parte, el equipo técnico del Banco de la República mantiene una proyección de crecimiento del 2,7 % para todo el año 2025. El informe del DANE refleja una economía que avanza a diferentes velocidades, con un sector de servicios robusto que contrasta con las dificultades que enfrentan los pilares de la producción agrícola e industrial del país.
