Según análisis de ANIF y el Banco Itaú, la dinámica del dólar a nivel mundial ha sido el principal factor detrás de la reciente apreciación del peso. El índice DXY, que mide el valor del dólar frente a una canasta de monedas principales, acumula una caída del 9,9 % en el año. Factores como las tensiones geopolíticas, la política arancelaria de Estados Unidos y las preocupaciones sobre su panorama fiscal han reducido el apetito por activos en ese país. A nivel local, la tasa de cambio operó en la primera semana de julio en $3.987, y aunque tuvo un alza posterior, cerró la semana por debajo de los $4.020. La Gran Encuesta de Activos Financieros de Davivienda Corredores reveló que el 75 % de los inversionistas institucionales considera que el dólar en Colombia está "barato", y la mediana de sus expectativas sitúa la tasa de cambio en $4.170 para los próximos seis meses. A pesar de la incertidumbre fiscal local, los analistas coinciden en que el mercado ya había descontado gran parte de este deterioro. Sin embargo, el Banco Itaú advirtió que la estrategia de endeudamiento del Ministerio de Hacienda, que incluye operaciones repo por $20 billones, podría generar un riesgo bajista para la moneda si se produce una monetización significativa, la cual podría llevar la tasa de cambio a niveles entre $3.780 y $3.880.