Sus comentarios, calificados como "repugnantes" y "degradantes", han generado una fuerte condena y reavivado el debate sobre su trato hacia los medios.
El incidente más comentado ocurrió a bordo del Air Force One, cuando la corresponsal de Bloomberg, Catherine Lucey, le preguntó sobre los correos electrónicos recientemente revelados del caso Epstein.
Trump, visiblemente molesto, la interrumpió y le dijo: "Silencio.
Tranquila, cerdita".
El insulto, que se viralizó rápidamente, fue calificado por el presentador de CNN, Jake Tapper, como "repugnante y completamente inaceptable".
Un funcionario de la Casa Blanca defendió al presidente, afirmando sin pruebas que la periodista "se comportó de forma inapropiada y poco profesional". Ese mismo día, durante la visita del príncipe heredero saudí, Trump también arremetió contra la periodista de ABC News, Mary Bruce. Cuando ella le cuestionó sobre el asesinato de Jamal Khashoggi, el mandatario la llamó "terrible reportera" y amenazó con retirar la licencia a su cadena.
Estos episodios se suman a un largo historial de ataques sexistas y verbales del presidente contra mujeres periodistas que critican o cuestionan su gestión.













