El mandatario instó a los republicanos a votar a favor, declarando que su partido "no tiene nada que ocultar".

La ley establece un plazo de 30 días para que el Departamento de Justicia (DOJ) publique todos los expedientes no clasificados, incluyendo comunicaciones y registros de la investigación sobre la muerte de Epstein. Sin embargo, la legislación contiene una excepción clave que preocupa a las víctimas y defensores de la transparencia: el Fiscal General puede retener información si su divulgación compromete investigaciones federales en curso.

Este giro político ha provocado una fractura pública dentro del movimiento MAGA.

La congresista Marjorie Taylor Greene, una ferviente defensora de la publicación total de los archivos, denunció haber sido llamada "traidora" por Trump debido a su postura.

Greene afirmó que el caso ha "destrozado a MAGA" y que teme por su seguridad tras los ataques del presidente, anunciando que renunciará a su escaño en el Congreso.