Sin embargo, el caso ha seguido generando controversia para el mandatario.

Demócratas del Comité de Supervisión de la Cámara publicaron correos electrónicos en los que Epstein afirmaba que Trump “pasó horas” con una víctima y “sabía lo de las chicas”. Trump negó las acusaciones, calificándolas como “otra estafa rusa” y redirigió la atención hacia los vínculos de Epstein con otras figuras como el expresidente Bill Clinton.

La tensión en torno al tema alcanzó un punto álgido cuando Trump insultó a una periodista de Bloomberg que le preguntó sobre los correos a bordo del Air Force One, gritándole: “¡Silencio!

¡Silencio, cerdito!”.

Este altercado ha sido ampliamente criticado y ha reavivado el debate sobre el trato del presidente hacia la prensa.