La reacción de Rusia no se hizo esperar. Funcionarios del Kremlin, incluido el expresidente Dmitri Medvédev, afirmaron que si Estados Unidos abandona la moratoria, Rusia se verá obligada a “responder simétricamente” y evaluar la realización de sus propias pruebas a gran escala. Expertos en control de armas han calificado la retórica como “realmente inquietante”, advirtiendo que el desmantelamiento de los tratados de no proliferación, como el Nuevo START que expira en 2026, podría llevar al mundo a una situación de inestabilidad similar a la de la Guerra Fría, donde la única solución es “fabricar y desplegar más armas”.