En respuesta, Christopher Landau, subsecretario de Estado de EE.

UU., intentó rebajar la tensión afirmando que la imagen “no representa la posición oficial de la Casa Blanca” y que “no se puede creer en todo lo que publican los medios”.

Sin embargo, también criticó al presidente colombiano por presentarse como “un nuevo Bolívar”.

Por su parte, la Cancillería colombiana finalmente descartó el llamado a consultas del embajador, optando por mantener abiertos los canales diplomáticos.