Según Trump, la tensión comenzó cuando él le mostró una encuesta que indicaba que ella no tenía posibilidades de postularse a otros cargos sin su respaldo. Sin embargo, el núcleo de la discordia parece ser la insistencia de Greene en que se liberen los archivos del Departamento de Justicia relacionados con el caso de Jeffrey Epstein, una medida a la que Trump se opone. Greene no tardó en responder a través de X (antes Twitter), afirmando que Trump “me atacó y mintió sobre mí”. Publicó capturas de pantalla de mensajes de texto que le envió al expresidente sobre el tema Epstein, asegurando que eso fue lo que “lo sacó de quicio”.
En su defensa, Greene declaró: “He dedicado demasiado tiempo y dinero a apoyar a Trump... pero no le idolatro ni le sirvo.
Amo a Dios... y sirvo a mi distrito y al pueblo estadounidense”.
Esta ruptura es relevante porque debilita la unidad de la base de Trump y podría fortalecer la imagen de Greene como una legisladora disidente.










