La administración Trump ha intensificado su política de mano dura en inmigración, implementando nuevas directrices que permitirían a los funcionarios consulares negar visas a solicitantes por padecer condiciones de salud crónicas como obesidad, diabetes o cáncer. Esta medida se suma a las controvertidas redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y a los desafíos legales que enfrentan estas prácticas. Según un cable enviado por el secretario de Estado, Marco Rubio, a embajadas y consulados, la nueva política se justifica bajo el argumento de que los solicitantes con dichas afecciones podrían convertirse en una "carga pública" para el sistema de salud estadounidense. La medida amplía drásticamente los controles médicos, que históricamente se centraban en enfermedades contagiosas, y afectaría principalmente a quienes solicitan visas de categorías laborales o que pueden conducir a la residencia permanente.
Esta política ha sido calificada de "peligrosa y discriminatoria" por organizaciones de defensa de inmigrantes. Paralelamente, las operaciones de ICE continúan generando polémica.
En Chicago, un juez federal ordenó la liberación bajo fianza de cientos de inmigrantes arrestados sin orden judicial durante la 'Operación Midway Blitz', al determinar que se violó un acuerdo judicial vigente. La demanda, presentada por el Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes, reveló que las detenciones irregulares podrían superar las 3.000. Además, se ha informado que ICE ha comenzado a utilizar inteligencia artificial para optimizar sus operativos y rastrear vehículos de inmigrantes, mientras continúan las redadas en lugares de trabajo y las detenciones que generan temor y separan familias en diversas comunidades.
En resumenLa administración Trump sigue ampliando sus restricciones a la inmigración, ahora utilizando criterios de salud como la obesidad para negar visas, bajo el pretexto de evitar una "carga pública". Estas políticas, junto con las continuas y tecnológicamente avanzadas redadas de ICE, enfrentan una fuerte oposición legal y social, como lo demuestra el fallo judicial en Chicago que ordena la liberación de cientos de detenidos.