En los mensajes, dirigidos a su socia Ghislaine Maxwell y al escritor Michael Wolff, Epstein hace afirmaciones comprometedoras.

En un correo de 2019, escribió: “Por supuesto que [Trump] sabía acerca de las chicas, ya que le pidió a Ghislaine que parara”. Otro mensaje de 2011 sugiere que una víctima de tráfico sexual “pasó horas en mi casa con él”. Tras la filtración inicial de los demócratas, los republicanos respondieron publicando más de 20.000 documentos del caso, argumentando que los opositores buscaban afectar al mandatario con información descontextualizada.

La Casa Blanca reaccionó de inmediato, calificando las revelaciones como una “narrativa falsa”.

La portavoz Karoline Leavitt afirmó que “los demócratas filtraron selectivamente correos electrónicos a los medios liberales” y que estos “no prueban nada”.

Por su parte, Trump ha negado cualquier implicación, asegurando que expulsó a Epstein de su club Mar-a-Lago hace décadas por acosar a sus empleadas.