Sin embargo, analistas y tanques de pensamiento estadounidenses han señalado que un portaaviones de esta magnitud es poco eficaz para combatir lanchas de droga, pero posee una gran capacidad para ataques con misiles a objetivos estratégicos. Esta movilización ha sido vista como una reactivación de la Doctrina Monroe bajo el lema “America First” de Trump, buscando reafirmar la esfera de influencia de Washington en el hemisferio y contrarrestar la creciente presencia de China y Rusia. En respuesta, el gobierno de Venezuela ha calificado el despliegue como una “amenaza” y ha movilizado a cientos de miles de militares para realizar ejercicios de preparación, además de promulgar una nueva ley de defensa.