Las elecciones locales del 4 de noviembre representaron una contundente derrota para el presidente Donald Trump, destacándose la victoria del demócrata Zohran Mamdani en la alcaldía de Nueva York. Este triunfo, junto a las victorias demócratas en las gobernaciones de Virginia y Nueva Jersey, fue ampliamente interpretado como un referendo sobre la gestión del mandatario republicano. Mamdani, un socialista democrático de 34 años, musulmán y de origen ugandés, se convirtió en el alcalde más joven de la ciudad en más de un siglo. Su campaña, centrada en propuestas progresistas como vivienda asequible y transporte público gratuito, movilizó a una coalición de jóvenes, inmigrantes y comunidades marginadas, logrando una participación electoral récord.
La victoria fue un golpe directo para Trump, quien se involucró activamente en la contienda respaldando al exgobernador Andrew Cuomo y calificando a Mamdani de “comunista”.
Trump llegó a amenazar con recortar fondos federales a Nueva York si el demócrata ganaba.
En su discurso de victoria, Mamdani desafió directamente al presidente: “Donald Trump, ya que sé que me está viendo, tengo cuatro palabras para ti: ¡Sube el volumen!”. Por su parte, Trump atribuyó las derrotas republicanas al cierre del gobierno y al hecho de que su nombre no estaba en la boleta electoral, afirmando que los resultados “no fueron buenos para los republicanos”. Analistas coinciden en que el triunfo de Mamdani simboliza un rechazo al trumpismo en un bastión demócrata y evidencia un cambio generacional y demográfico en el electorado urbano.
En resumenLa victoria del socialista demócrata Zohran Mamdani en la alcaldía de Nueva York, junto a otros triunfos demócratas, marcó una significativa derrota política para Donald Trump. El resultado es visto como un rechazo a sus políticas y un indicio del cambio en el panorama político estadounidense, con un electorado que en centros urbanos clave se inclina por agendas progresistas.