Las decisiones, que incluyen el levantamiento de restricciones chinas a la exportación de minerales estratégicos, son resultado de los acuerdos alcanzados entre los presidentes Xi Jinping y Donald Trump. El Ministerio de Comercio chino anunció la suspensión por un año de las restricciones a la exportación de metales clave como galio y germanio, esenciales para la industria de semiconductores y tecnología avanzada.
Esta medida revierte los controles impuestos por Pekín en 2022 y 2025 como respuesta a sanciones estadounidenses.
A cambio, Washington suspendió aranceles del 100 % que planeaba imponer y accedió a revisar otras barreras comerciales.
Adicionalmente, China suspendió durante un año las tasas portuarias a los buques vinculados a Estados Unidos, una medida recíproca que busca facilitar el comercio bilateral. Estos acuerdos se producen en un contexto en el que el Tribunal Supremo de EE. UU. se prepara para evaluar la legalidad de los aranceles globales impuestos por Trump bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), lo que añade una capa de complejidad al futuro de la política comercial estadounidense. Analistas consideran esta tregua como un paso positivo para estabilizar las cadenas de suministro globales, aunque advierten sobre su naturaleza temporal y la persistencia de vulnerabilidades en la relación entre ambas superpotencias.












