Esta medida fue justificada por la Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien determinó que Venezuela ya no cumple con las condiciones para dicha designación.

La líder opositora venezolana, María Corina Machado, ha expresado su preocupación y ha solicitado a las autoridades estadounidenses que reconsideren la decisión. Adicionalmente, se han emitido nuevas directrices a los funcionarios consulares para negar visas de inmigrante a personas con condiciones de salud comunes como la obesidad, la diabetes o la hipertensión. La administración argumenta que estas personas podrían convertirse en una “carga pública” al depender de los recursos de salud pública. Expertos en inmigración han criticado esta política, señalando que los funcionarios consulares carecen de formación médica y podrían tomar decisiones arbitrarias basadas en prejuicios.

Estas acciones son consistentes con la agenda más amplia de Trump para restringir la inmigración y aumentar las deportaciones.