UU., Pete Hegseth, describió sus conversaciones con su homólogo chino como “positivas”.

Además, Trump ha declarado públicamente que el presidente Xi comprende las “consecuencias” de cualquier acción militar contra Taiwán, sugiriendo que su postura firme ha funcionado como un elemento disuasorio.

Aunque la retórica de una “nueva guerra fría” persiste, estos acontecimientos indican un esfuerzo pragmático por parte de ambas administraciones para gestionar su compleja relación y evitar un conflicto abierto, priorizando la comunicación y la cooperación selectiva.