Las elecciones locales del 4 de noviembre representaron un significativo revés para el presidente Donald Trump, con victorias demócratas en contiendas clave que fueron interpretadas como un referendo sobre su gestión. El triunfo del socialista democrático Zohran Mamdani en la alcaldía de Nueva York se convirtió en el símbolo de una noche electoral adversa para los republicanos. El demócrata Zohran Mamdani, de 34 años, hizo historia al convertirse en el primer alcalde musulmán y surasiático de Nueva York, y el más joven en más de un siglo. Su victoria fue contundente, obteniendo el 50,4 % de los votos frente al exgobernador Andrew Cuomo (41,6 %), quien se postuló como independiente con el respaldo de Trump. Durante la campaña, el presidente calificó a Mamdani de “comunista” y amenazó con recortar fondos federales a la ciudad si ganaba.
En su discurso de victoria, Mamdani desafió directamente a Trump: “Así es que, Donald Trump, ya que sé que estás viendo, tengo cuatro palabras para ti: ‘turn the volume up’ (sube el volumen)”.
Además de Nueva York, los demócratas lograron importantes victorias en las gobernaciones de Virginia, con Abigail Spanberger, y de Nueva Jersey, con Mikie Sherrill. Estos resultados en estados clave reflejan un descontento con la dirección del país, donde la economía y la gestión de Trump fueron factores determinantes. El propio presidente reconoció la derrota, aunque la atribuyó al cierre del gobierno y al hecho de que su nombre no estaba en las papeletas. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, celebró el triunfo de Mamdani, con quien se había reunido previamente. La jornada electoral ha sido vista por analistas como un cambio en el panorama político que podría anticipar dificultades para los republicanos en las elecciones de mitad de mandato de 2026.
En resumenLas victorias demócratas en las elecciones para la alcaldía de Nueva York y las gobernaciones de Virginia y Nueva Jersey han sido interpretadas como un claro rechazo a las políticas y la figura de Donald Trump. El triunfo de Zohran Mamdani en Nueva York, a pesar de los ataques del presidente, se destaca como un hito que podría redefinir el rumbo del Partido Demócrata.