Al mismo tiempo, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha intensificado sus redadas, empleando tácticas más agresivas.

Organizaciones de derechos humanos denuncian que los agentes actúan con impunidad, irrumpiendo en viviendas sin órdenes judiciales y utilizando fuerza excesiva. La eliminación por parte de Trump de la directiva que protegía “lugares sensibles” como las guarderías ha permitido operativos como el ocurrido en Chicago, que causó conmoción. Además, el gobierno ha emitido una nueva directriz que podría negar visas a inmigrantes bajo el criterio de “carga pública”, afectando a personas con condiciones de salud comunes como diabetes u obesidad, al considerar que podrían depender de la asistencia médica del Estado.