Los resultados son vistos como un voto de castigo contra el presidente Donald Trump y sus políticas, a pesar de que este atribuyó el fracaso a otros factores. En Virginia, la demócrata Abigail Spanberger, excongresista y exagente de la CIA, se convirtió en la primera mujer gobernadora del estado, consolidando un viraje hacia el Partido Demócrata en un territorio que recientemente se inclinaba por el trumpismo. En Nueva Jersey, la también demócrata Mikie Sherrill derrotó al republicano Jack Ciattarelli, respaldado por Trump.

Los analistas coinciden en que, aunque el presidente no hizo campaña activamente en estos estados, fue una “figura central” en los comicios.

Las encuestas a pie de urna revelaron que una parte significativa del electorado acudió a votar para castigar al presidente, mostrando descontento con el rumbo del país y la economía. Trump, por su parte, reaccionó a las derrotas en su red social Truth Social, afirmando: “‘Trump no estaba en la boleta, y el cierre del gobierno, fueron las dos razones por las que los republicanos perdieron las elecciones esta noche’, según encuestadores”.