Petro ha denunciado que estas acciones son una represalia por decisiones soberanas, como la compra de aviones de combate suecos en lugar de los F-16 estadounidenses.

“EE.UU.

ha seguido a mi familia”, escribió el presidente en la red social X, añadiendo que no se dejará obligar a “adquirir armamento de segunda o tercera mano”.

La tensión ha tenido consecuencias prácticas, como la negativa de una empresa estadounidense a suministrar combustible al avión presidencial colombiano durante una escala. A pesar de la revocación de su visa, Petro ha afirmado que asistirá a una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York, declarando: “tendré el placer de volver a Nueva York, así no quieran recibirme por allá”.