Estos operativos, calificados por el Pentágono como ataques a “narcoterroristas”, han sido denunciados por organismos como la ONU, que los considera posibles “ejecuciones extrajudiciales” que violan el derecho internacional. La ambigüedad de Trump ha exacerbado la incertidumbre; al ser consultado sobre posibles ataques terrestres, se limitó a decir: “No digo que sí ni que no. No hablo de eso”.

Esta postura, sumada a informes de medios como el Miami Herald sobre planes para bombardear instalaciones militares en Venezuela, ha provocado la condena de líderes regionales como el presidente colombiano Gustavo Petro y el senador Iván Cepeda, quienes alertan sobre una posible “tragedia humanitaria”.