La noticia ha generado una fuerte alarma en la región.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, advirtió que una intervención de este tipo podría desatar un grave conflicto armado, afirmando que "el pueblo iría a las montañas en armas". Estas declaraciones se producen en un contexto de máxima tensión, con Washington habiendo sancionado al propio Petro y desplegado una fuerza naval significativa en el Caribe.