La movilización incluyó el crucero lanzamisiles USS Gettysburg y la futura llegada del portaaviones USS Gerald Ford, el más moderno de la flota. La creciente presencia militar fue calificada por el gobierno de Nicolás Maduro como un “asedio criminal”, lo que llevó al mandatario venezolano a solicitar apoyo militar al Kremlin, según documentos internos del gobierno estadounidense.

Sin embargo, la administración Trump desmintió firmemente los reportes.

Al ser consultado directamente por un periodista sobre si había decidido atacar Venezuela, el presidente Trump respondió con un tajante “no”.

De manera similar, el senador Marco Rubio acusó al 'Miami Herald' de publicar una “historia falsa”, afirmando que sus fuentes habían sido engañadas. A pesar de los desmentidos oficiales, la situación en la región sigue siendo volátil, con una fuerte presencia militar estadounidense y una elevada desconfianza por parte de Venezuela y sus aliados, como Rusia, que reafirmó su apoyo a Caracas y advirtió a Washington sobre su actividad en el Caribe.