Ambos líderes firmaron acuerdos clave para coordinar políticas de inversión y establecer un programa de almacenamiento estratégico de minerales críticos y tierras raras, buscando reducir la dependencia de China.

También pactaron una cooperación en energía nuclear valorada en 80.000 millones de dólares. Posteriormente, en Corea del Sur, en el marco del foro APEC, Estados Unidos y el gobierno surcoreano anunciaron un pacto comercial significativo. Según el acuerdo, Corea del Sur se comprometió a una inversión de 350.000 millones de dólares en la economía estadounidense.

A cambio, Washington reducirá del 25% al 15% los aranceles a las exportaciones de automóviles surcoreanos, igualando las condiciones que ya disfruta Japón. Además, Trump anunció que autorizó a Corea del Sur a construir su primer submarino de propulsión nuclear, marcando un cambio importante en la cooperación de defensa. Esta serie de acuerdos se produjo justo antes de la crucial reunión de Trump con el presidente chino, Xi Jinping, enviando una señal de unidad y fortaleza de sus alianzas en la región del Indo-Pacífico.