Esto obliga a instituciones como la Reserva Federal a tomar decisiones de política monetaria sin información actualizada sobre empleo o inflación. Además, se advierte que a partir del 1 de noviembre, programas de ayuda social como el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) podrían quedarse sin fondos, afectando a decenas de millones de estadounidenses, a menos que el Congreso logre un acuerdo para reabrir el gobierno.