Desde que la campaña comenzó el 2 de septiembre, se han reportado al menos 14 operaciones que han dejado más de 60 personas muertas. Uno de los incidentes más recientes, ocurrido el 27 de octubre, involucró el bombardeo de cuatro lanchas en el Pacífico oriental, resultando en 14 muertos y un sobreviviente. El secretario de Guerra, Pete Hegseth, ha defendido las operaciones, afirmando que los objetivos son "organizaciones terroristas designadas" y que los fallecidos son "narcoterroristas". Trump respaldó públicamente los ataques durante un discurso en Japón, declarando irónicamente: "Los demócratas de la izquierda radical dijeron que solo estaban pescando.

Bueno, los submarinos no pescan, ¿verdad?".

El mandatario argumentó que estas embarcaciones transportan drogas suficientes para "matar a 25.000 estadounidenses".

Sin embargo, la ofensiva ha sido duramente condenada por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien la ha calificado de "asesinatos", "crimen de guerra" y una violación del derecho internacional. México también ha expresado su desacuerdo y ha participado en operaciones de rescate del único sobreviviente conocido. La legalidad de estas acciones ha sido cuestionada incluso dentro de Estados Unidos por senadores de ambos partidos.